Armando Yero La O
Una hermosa mujer con piel de alabastro me confesó sin el
menor rubor que tiene 49 años. Me sorprendió que no apelara a las clásicas
artimañas femeninas para esconder su edad. De inmediato supe por qué no le
importaba en absoluto esconder el inevitable devenir del almanaque: está en
plena forma física. Tan plena que parece flotar más que caminar.
Su magnífica distribución corporal me hizo ver cuán
agradecidos debemos estar con las mujeres de más de 40 años. Esta muchacha casi
cincuentona (y empleo el término muchacha con toda intención), no solo presume
de tener un físico envidiable, sino que posee un intelecto preclaro, en alerta
constante, con una lucidez y ductilidad sorprendentes. Y me hizo reconocer de
una vez, que las mujeres mayores de 40 son un regalo de Dios. Me quedo
definitivamente con las mujeres cuarentonas.
Valoro cada día más a las mujeres que tienen más de 40 años,
especialmente después del encuentro con mi amiga. Una mujer de más de 40 se
conoce lo suficiente como para estar segura de sí misma, de lo que quiere y de
con quién lo quiere, como la exuberante cuarentona de este relato. Son muy
pocas las mujeres de más de 40 a las que les importa lo que tu pienses de ellas.
Una mujer de más de 40 ya tiene cubierta su cuota de relaciones “importantes” y
“compromisos” y lo último que quiere en su vida es otro amante posesivo.
Las mujeres de más de 40 son generosas en alabanzas. Ellas
saben lo que es no ser apreciadas lo suficiente. A una mujer de más de 40 le
queda bien el lápiz de labio rojo brillante. Esto no es cierto en mujeres
jóvenes. Las cuarentonas son arqueras infalibles, apuntan a la manzana y le dan
en el centro. Te dicen directamente que eres un imbécil si es eso lo que
piensan de ti.
Los hombres tenemos muchas cosas buenas que decir de las
mujeres de más de 40 y por múltiples razones. Lamentablemente no es recíproco.
Por cada impactante mujer de más de 40, inteligente, bien vestida, sexy, como
mi amiga, hay un hombre de más de 40... calvo, gordo, haciéndose el interesante
con una mujer de 20.
Un beso a mi amiga de más de 40…
Cada etapa tiene su encanto... y ésta... no escapa a ello...siempre orgullosa de vivir a plenitud... y eso es lo que importa... más allá de físicos..vestimentas o lapices labiales... gracias por lo que me toca...
ResponderBorrarpues gracias amigo por eso esa defensa a las mujeres de más de 40, seguro q esa amiga tuya se siente feliz, realizada, por eo no le importa la edad, algo semejante me pasa a mí, lo importante es vivir y hacerlo intensamente.Saludos desde el oasisdeisa
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