Por Osmany Sánchez
No voy a hacer leña del árbol caído, no vale la pena ni
resolvería problema alguno. La actuación de Cuba en la Serie del Caribe se veía
venir, aunque muchos se muestren sorprendidos y que conste que cuando escribo estas
líneas aún falta un juego, aunque su resultado –sea cual sea- no creo que
cambie el sentido de este post.
Es evidente la decadencia de nuestras Series Nacionales –no
del talento de nuestros jugadores y aclaro este punto- y seguirá siendo así
mientras persistamos en mantener una serie nacional de 16 equipos y sigamos
cerrados al mundo exterior. El primer paso no obstante es llevar el tema a toda
Cuba, escuchar las opiniones del pueblo que nunca se equivoca.
A veces da la impresión de que a quienes dirigen el beisbol
en Cuba no les interesan las opiniones de la prensa especializada y de los
aficionados. Y debería importarles, pues a ellos se deben. Me atrevería decir
–sin exagerar- que las provincias avanzan según lo haga su equipo de beisbol,
por lo tanto cada decisión que se toma con el deporte nacional no puede tomarse
a la ligera o basado solamente en aspectos técnicos.
Traigo cinco propuestas para revitalizar el beisbol en Cuba
que pueden ser acertadas para unos o descabelladas para otros, pero bueno de
eso se trata, de debatir, de proponer y esperar a que alguien mire para abajo y
nos escuche.
Primero: Cambiar la dirección nacional del beisbol. A partir
de los resultados del deporte nacional en los últimos años, es evidente que hay
que hacer cambios, traer mentes frescas, que consulten, que escuchen y que
sobre todo no tengan miedo a tomar decisiones.
Segundo: Actualizar los medios de comunicación, pues a ellos
les toca ponerse a tono con lo que sucede en al país. Su papel debe ser
promover los cambios y no limitarse a hablar de ellos una vez tomados. Escucho
a Modesto Agüero y a Rodolfo García hablar sobre la necesidad de insertarse en
otras ligas y me pregunto por qué no se les ocurrió decirlo hace unos años.
Muchas veces las cosas permanecen inamovibles porque todos asumen que no se
pueden cambiar.
Indiscutiblemente se ha rejuvenecido el staff de periodistas
deportivos en la televisión cubana y los cambios se perciben, por ejemplo un
programa como “Beisbol de siempre” de Yasser Porto, era impensable hasta hace
unos años. Es justo reconocer que los menos jóvenes también hacen lo suyo en un
programa como “Bola viva”.
En la prensa deportiva sigue faltando una “especialización”
pues los mismos periodistas pasan de un programa a otro, como anfitriones en
unos y como panelistas en otros. A veces uno no sabe cuál es el programa que
está viendo. Creo que deben incorporar como analistas en las transmisiones a ex
jugadores que tienen la experiencia y el conocimiento, así no tenemos que
escuchar ciertos disparates de vez en cuando. No estaría mal acudir a las
provincias, ver qué proyectos buenos se están haciendo por allá y sumarlos a la
cartelera nacional.
Tercero: Creo que sí, que se debe mantener una serie
nacional con 16 equipos, donde estén representadas todos los territorios y
manteniendo la estructura actual, pero con peloteros menores de 23 años. Todos
esos atletas talentosos que se pasan la serie vegetando en un banco tendrían
así la oportunidad de jugar y de desarrollarse. Igual debe prestarse más
atención a la categoría juvenil, incluyendo una mayor cantidad de juegos en sus
campeonatos provinciales y nacionales.
Cuarto: Los mejores peloteros del país, los establecidos,
deben integrase en 6 equipos, pero no de manera arbitraria sino consultada con
los aficionados, que opinen, que elijan el nombre de los equipos, el color de
los uniformes, etc. Estos jugadores a diferencia de la categoría sub-23 se
mantendrán en hoteles como hasta ahora. Una temporada de 60 juegos (12 juegos
contra cada equipo) y ajustada a las demás ligas para permitir la participación
de nuestros jugadores.
Algunos pensarán que antes se ha experimentado con
estructuras parecidas y no han dado resultados por la supuesta falta de
representatividad, pero yo los invito a convertir la serie en un espectáculo y
luego hablamos. Vender uniformes, mascotas, una buena campaña promocional,
espectáculos musicales antes de los juegos…una vez más, dejen que el pueblo
participe y nos asombraremos de los resultados.
Quinto: En nuestros programas de televisión vemos a actores,
artistas y músicos, que son entrevistados y con total naturalidad nos cuentan
de su trabajo en el exterior y de su disposición a que algún director los llame
dentro de la isla. Con los deportistas sin embargo eso es tabú, de los que
están fuera no se habla y si se hace es porque no les queda más remedio. Mi
última propuesta es que se permita que todos los peloteros que están en el
exterior, y que lo deseen, regresen y jueguen en Cuba o tener derecho a
eliminarse para integrar la selección nacional.
Los medios de comunicación ignoran a los cubanos que juegan
fuera de Cuba, incluso evitan transmitir los juegos donde estén ellos, sin
embargo los amantes del beisbol ven –por otras vías- partidos de Grandes Ligas,
la serie mundial completa y conocen las estadísticas de todos ellos. Alguien se
empeña en convertirlos en villanos o al menos condenarlos al ostracismo,
mientras el pueblo los tiene como gente nuestra, como héroes que se imponen en
el mejor beisbol del mundo. De nuevo algunos funcionarios deben pensar a quién
se deben y actuar en consecuencia.
Para poner en práctica algunas de mis propuestas hace falta
dinero, y parte de ese dinero puede provenir del espectáculo y de la necesaria
subida de los precios de los estadios, sin exagerar por favor. También creo que
debe crear digamos un impuesto de un uno por ciento para los que se contraten
en el exterior y ese dinero destinarlo íntegramente al desarrollo del beisbol
en Cuba. No será suficiente, estoy consciente de ello, pero al menos
contribuirá.
Estas son mis propuestas, quizás sea un soñador pero no soy
el único, ahí se los dejo…
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