lunes, 22 de abril de 2013

El refinamiento de lo natural



Clara Maylín Castillo   SALUD / Servicios

La acupuntura es una de las técnicas más empleadas
La prodigiosa medicina surgida en el lejano Oriente hace más de cinco mil años resulta invulnerable al tiempo y, no obstante a las negativas de los escépticos, se ha mantenido en pie pese a la amenaza constante de los descubrimientos en el campo de la salud.

El Centro Provincial de Medicina Natural y Tradicional de Granma es testimonio puro de tal afirmación, pues en sus tres años de funcionamiento ha aplicado con éxito la medicina bioenergética como base esencial de su trabajo, reconociendo su lugar de origen en las distantes tierras orientales.

En consecuencia, el personal médico trata de conseguir un equilibrio biológico del individuo utilizando su propia energía. La técnica es viable en pacientes diabéticos, hipertensos, asmáticos y en aquellos que padecen alteraciones del sistema ostemioarticular, quienes son atendidos en los servicios de acupuntura, ozonoterapia, la energía piramidal, la laserpuntura, y aun con ejercicios representativos del Oriente como el tai chi.

El tai chi es un eficaz medio para restablecer la salud.
“Nosotros utilizamos todas estas técnicas en un compendio”, afirma el doctor Norge Rodríguez Delgado, vicedirector de Asistencia Médica en el centro. “El mismo paciente que recibe ozonoterapia puede recibir en un momento determinado la acupuntura y sus afines, las terapias homeopáticas y la floral. Con ese conglomerado inmediatamente se ve la respuesta del paciente y en el ciento por ciento hay una mejoría.”

Al detallar la arista homeopática, Rodríguez Delgado dijo que el Centro tiene adjunta la Clínica de Servicios Homeopáticos que radica en el policlínico Jimmy Hirtzel, de Jesús Menéndez. Allí se elaboran unas goticas a partir de lo que genera la enfermedad, además de producirse medicamentos basados en la terapia floral, todos con la característica de coadyuvar a tratamientos de la medicina bioenergética.
Los medicamentos basados en la terapia floral son
un complemento de los tratamientos bioenergéticos



El servicio de la institución incluye el apoyo psicológico a pacientes con invalidez parcial o total de su capacidad motriz y la parte estomatológica, cuyos medios se fraccionan en el láser, la acupuntura, el masaje, la fitoterapia y la terapia homeopática.
Aun cuando los pacientes advierten el alivio y la dedicación del personal, el fundamento de la institución no se limita a la atención directa, sino se concentra en un servicio más refinado con pacientes idóneos para la investigación.

De acuerdo con el vicedirector del Centro, dejar a un lado la medicina convencional y tratar las afecciones con los procedimientos de lo natural y tradicional ofrece ventajas infinitas:

“Una extracción dentaria se hace con acupuntura y no se utilizan los anestésicos que son tan peligrosos por sus efectos adversos. Por otro lado, cuando usted consume captopril hay un costo económico, efectos secundarios, y cuando nosotros le ponemos al paciente una dieta, un tratamiento de auriculoterapia, la homeopática o la floral, y somos capaces de reducirle la cifra de tensión arterial, estamos tratando de una manera sana a ese paciente y además evitamos al país la compra del medicamento.”

Si garantizan un tratamiento sano y efectivo, cualquier paciente querría acceder a sus servicios. ¿Cómo se llega hasta ustedes?

Para eso tenemos un sistema de referencia y contrarreferencia. La primera sale del consultorio médico de la familia hacia la sala de rehabilitación del policlínico adonde pertenece el paciente. Allí es evaluado por un médico que tenemos que debe ser diplomado o máster de medicina bioenergética. Si la patología no puede ser resuelta en la sala de rehabilitación entonces es remitido a nuestro Centro. También pueden llegar de la atención secundaria hacia nosotros, es decir, de las consultas de neurología, ortopedia, angiología y demás del hospital. Con una remisión del especialista y la historia clínica el paciente saca un turno acá y se atiende. Al culminar el tratamiento se hace una contrarreferencia, o sea, se le vuelve a mandar a la atención primaria para que sea nuevamente valorado.

Antes estuvo hablando de  las características del servicio, pero no se refirió a la tecnología que usan.

Tenemos una tecnología de última generación. Usamos, por ejemplo, el lasermet, un láser de cuatro cabezales, lo último en producción nacional, y lo utilizamos para afecciones tanto de la medicina bioenergética como en la parte estomatológica. Tenemos también equipos de electrocupuntura, importados de China, que tienen un tiempo de uso prolongado, pero están en óptimo estado. Además se han adquirido nuevos equipos, aunque mantienen la tecnología de hace años porque el principio de funcionamiento sigue siendo el mismo.

La institución tiene un sustrato docente. ¿Cómo lo desarrollan?

Nosotros contamos con dos aulas: una aquí y otra en la Clínica Homeopática. Los cuatro médicos, junto a enfermeras y al estomatólogo, tenemos categoría docente y nos encargamos de impartir los cursos de medicina bioenergética más la parte de enfermería de toda la provincia. En la cuestión médica hacemos diplomados y maestrías para los médicos que cubren después la parte de la atención primaria de salud en la sala de rehabilitación. Los cursos oscilan entre dos y tres meses y están programados entre siete y diez cursos anuales con una matrícula de unos 20 alumnos.
Los médicos del centro tienen categoría docente.

¿Qué disciplinas conforman estos cursos?

Un diplomado lleva una parte de fitoterapia, medicina bioenergética (acupuntura y técnicas afines), peloides con el fango medicinal, medicina física y rehabilitación, psicología e hipnosis, porque nosotros tratamos de que la formación sea integral. En estos tres años hemos formado unos 20 másteres.

¿Son notorios los resultados de la gestión investigativa?

Claro que sí. El ciento por ciento de los alumnos que se gradúan con nosotros tanto en diplomados como en maestrías va acompañado de un proyecto de investigación. Nosotros buscamos que este salga de la base, de allí de donde salió el médico, sobre un problema de salud de su propia comunidad, para que no quede aquí como una simple investigación, sino que el resultado tenga una aplicación en la atención primaria de la salud. A nivel nacional tenemos inscritos cuatro proyectos y otros tantos a nivel de la Facultad de Medicina. En estos momentos tenemos una vacuna para la leptospira, otro proyecto sobre el tratamiento de la hernia discal y la radiculopatía con ozonoterapia, y tenemos cuatro o cinco más en vía de inscripción, dándoles salida ya con resultados.

Llevar de la mano la investigación y la atención al paciente, está sustentada en procedimientos absolutamente sanos, nada invasivos y, sobre todo, efectivos, ha sido la mayor  cualidad de quienes laboran en el Centro de Medicina Natural y Tradicional de Granma. Para las más de 16 mil personas que han recibido sus beneficios, esta institución ha constituido una solución milagrosa a sus patologías, un espacio lleno de energías positivas dirigidas a la fe y la perseverancia, esa casa que al pasar reconocen como el sitio donde dejaron el dolor.




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