Ariadna Morales Fernández HISTORIA / Patrimonio
Donde estuvo el primer cementerio de Cuba, hoy se erige el Retablo de los Héroes. |
El cementerio San Juan fue el primero fundado
en Cuba al aire libre, se ha especulado mucho sobre si es el primero de América
Latina, según afirma Ludín Fonseca historiador de la ciudad de Bayamo, no se
han hecho investigaciones que avalen esta afirmación pero sí se conoce que fue
el primero construido fuera de poblado en la Isla.
Hasta finales del siglo XIX existía la
costumbre de enterrar las personas en las iglesias, o en cementerios anexos,
prácticamente todos los cementerios de Cuba estaban en las porciones más
antiguas de las ciudades, donde vivía la mayor cantidad de personas.
A raíz de un gran brote epidémico que azotó
España, se toma la decisión por el rey Carlos Tercero de dictar una real célula
para comenzar a erigir los cementerios fuera de poblados.
Se ha discutido mucho también sobre si el
cementerio San Juan fue el primero en Cuba porque varios historiadores plantean
que el cementerio Espada, en La Habana también fue el primero cimentado en la
Isla.
El camposanto de San Juan es el primero
construido en Cuba después que se dicta la real célula del rey Carlos tercero
que establecía como único requisito que los cementerios estuvieran fuera de
poblados y en esos momentos se edificó en un lugar donde no existía población,
el centro urbano llegaba hasta el límite de la Plaza San Juan
Esta necrópolis se mantuvo en uso hasta la
década de 1920, fecha en que finalmente se construye el camposanto bayamés.
Afirma Ludín Fonseca que en él estuvieron
enterradas importantes personalidades de la cultura y de la historia bayamesa,
como la madre de Máximo Gómez, los padres de Carlos Manuel de Céspedes, de
Francisco Vicente Aguilera y de Pedro Figueredo. Este sitio tuvo un gran
significado para la vida de la ciudad.
No obstante en la década del 20 del siglo
pasado era improcedente continuar los enterramientos allí porque el núcleo
urbano de la ciudad ya había traspasado la plaza San Juan, la necrópolis ya
estaba rodeada por viviendas, cuando llovía los restos óseos circulaban con las
aguas y se introducían en las casas. El estado de fetidez estaba afectando la
salubridad y es cuando se toma la determinación de construir la nueva
necrópolis local.
Después de la clausura del cementerio de San
Juan, las autoridades locales comenzaron a valorar qué hacer con ese espacio, y
es cuando se toma la determinación de construir un parque.
El ayuntamiento de Bayamo inició una serie de
gestiones para edificarlo. A finales de la década del 40 y principios de los 50
del pasado siglo se contó con el presupuesto y fue cuando se pudo ejecutar.
La sede del gobierno pidió a todos los
familiares que tenían restos óseos allí depositados que los fueran a sacar y
les prometió a estas personas entregarles una parcela gratis en el nuevo
camposanto. Muchos de ellos no fueron a recoger los restos de sus familiares y
cuando comenzó la urbanización muchos quedaron sepultados bajo el asfalto y el
cemento.
En este lugar también surge la idea de
levantar un monumento que honrara a la memoria de los bayameses que iniciaron
la guerra por la independencia, fue entonces que floreció el proyecto de erigir
el Retablo de los Héroes, sin la estatua de Francisco Vicente Aguilera, la que
es colocada en el año de 1958.
Refiere el historiador de la ciudad de Bayamo
que posterior a la urbanización de todo el parque se decide traer de Guatemala
los restos de José Joaquín Palma, y fueron colocados en lo que fue la antigua
Plaza San Juan.
En una pequeña cuchilla que quedaba se decidió
ubicar un busto del primer presidente, Don Tomás Estrada Palma, que fue
demolido posteriormente. En una de las esquinas de la calle Amado Estévez está
la casa donde nació y vivió Manuel del Socorro Rodríguez, el padre del
periodismo en Cuba
El Retablo de los Héroes, el mausoleo a José
Joaquín Palma, la casa donde nació y vivió Manuel del Socorro Rodríguez, y las
ruinas de la Iglesia de San Juan Evangelista son sitios emblemáticos de la
ciudad de Bayamo.
El pórtico de los que fue la Iglesia de San Juan
Evangelista es uno de los exponentes arquitectónicos más antiguos de la ciudad
que ha sobrevivido a terremotos, incendios y
huracanes.
Estos sitios de relevante valor patrimonial
están muy bien conservados y constituyen espacios públicos de visita obligada
para bayameses y visitantes.
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