martes, 14 de enero de 2014

El Cantor de la Revolución: otra víctima del olvido



Por Clara Maylín Castillo

Donación de instrumentos de Carlos Puebla al Museo de Cera de Bayamo
La reciente donación de instrumentos musicales de Carlos Puebla al Museo de Cera de Bayamo por parte de su nieto mayor Roberto Carlos Bruna Puebla, constituyó para éste su primera vez como ejecutor de un aporte a Granma y una oportunidad de comprobar la admiración que despierta el insigne trovador en diferentes generaciones de bayameses.

El hecho es la continuidad de un vínculo familia – institución iniciada en el 2009 y acaso sea el punto de partida para un convenio cultural de mayor envergadura.

- Carlos Puebla nació en Manzanillo, la ciudad que bajo su nombre impulsa el único Festival de Trova de la provincia. Atendiendo a ello, ¿por qué donar objetos de su abuelo a una institución de Bayamo?

Eso salió de la familia. Nosotros nos reunimos y decidimos que las obras, retratos, cartas, vinieran aquí al Museo de Cera. Mi abuelo visitó mucho Bayamo, hizo su vida aquí también, su juventud la pasó aquí con su música, sus boleros, sus criollas.

-¿Alguna vez han hecho alguna donación a Manzanillo?

Que yo sepa, no. Casi todo se ha donado a esta institución.

-¿Sabe si en la Ciudad del Golfo existe alguna institución museable que dedique espacios al cantautor?

No tengo conocimiento de eso.

-Entonces, a su juicio, allí solo se le rinde homenaje con el Festival de Trova.

Así es.

-Ese evento en sus inicios tuvo carácter internacional; por razones que supongo económicas se ha restringido a un diapasón provincial con participación de trovadores provenientes de otras partes del país. No obstante, se mantiene la voluntad de promocionar la trova en todas sus variantes, apuntalado dicho interés por la Casa de la Trova “Jaime Benemelis”. ¿Algún miembro de su familia ha participado en este Festival?

No. Mi abuela estuvo, pero en un comienzo, no sé, el primer o segundo Festival. Ya después no ha habido ese vínculo entre las instituciones culturales de Manzanillo y la familia. No se han puesto en contacto con nosotros y a fin de cuentas el Festival debe promocionar la música de Carlos Puebla, la inédita y la que estuvo tocando toda su vida que han seguido tocando otros músicos de la nueva trova, la tradicional, esencialmente la música de carácter político.

-¿Se atrevería a afirmar que el Museo de Cera es la institución que más se ha interesado por la obra de Carlos Puebla?

Sí. Cualquier actividad que hacen se contacta a la familia y todo sale a flote.

- Usted se formó como músico. ¿En que se especializó?

Estudié percusión en la Escuela Nocturna de Música “Gerardo Wanchi”. Me gradué en el 2002.

-¿Ha desarrollado su potencial artístico?

Hice un proyecto en el 2003, “Carlos Puebla y los tradicionales”. Era un septeto que tocaba la música tradicional de mi abuelo, la política, la instrumental, todo tipo de género, tanto inédito como los temas que se conocen.

-¿Usted es el único de los descendientes de Carlos Puebla que ha asumido su legado musical?


No. Mi hermano Julio Antonio tiene un cuarteto que promociona la música de mi abuelo.

-En la ceremonia de donación usted comentaba que se ha perdido mucho la música tradicional, sobre todo en el Oriente del país, pero usted reside hace cinco años en Chile. ¿En que se basa para sostener esa afirmación?

Me informo mucho de las cosas que suceden en el interior del país sobre la música cubana. Lo he vivido y por Internet también se refleja esta situación. Sin embargo, allá afuera se toca la música criolla. Eso duele, que la música tuya la estén tocando músicos que a fin de cuenta lo que hacen es promocionarse como artistas, pero quien en verdad debería tocar esa música es el cubano. Y esa crítica no es para mal, sino al contrario, para hacer un bien a la cultura nacional, precisamente aquí en Oriente que es donde nació el son, la guaracha y otros ritmos. En Chile tocan mucho la música de Benny Moré, el Trío Matamoros, Carlos Puebla, son también, bolero. Lo veo en los clubes, en la radio, a veces en el cine. Aquí se ha priorizado mucho el reggaetón; yo no estoy en contra de este género, pero debe darse más a convencimiento que la música cubana debe rescatarse, que haya un festival como el que existió en los años ochenta, por donde pasaron trovadores como Sara Gonzales, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Vicente Feliú. Entonces mi familia lo que quiere es rescatar la música tradicional y también la nueva trova, las fusiones.

-Aparte del proyecto de su hermano, ¿qué está haciendo su familia para promover la obra de Puebla?

Por el momento, lo de mi hermano. Más adelante voy a crear mi proyecto y me pondré en contacto con la directora del Museo de Cera para venir a tocar y a dar conferencias sobre quién fue Carlos Puebla. Eso pienso hacerlo en el Oriente del país. Estaré meses en Cuba, después saldré a promocionar la música de mi abuelo en el extranjero y así.

-¿Su familia está satisfecha con el tratamiento que se le ha dado a la figura de Carlos Puebla?

No. No se le ha dado el lugar que merece. Por desinformación, no hay una preocupación.

-¿A qué se refiere cuando me dice “desinformación”?

La divulgación. Puebla no se escucha mucho en la radio ni en la televisión. Son muy pocos los eventos en los que sale su voz. Ha sido una persona muy olvidada.

-¿Nunca se le ha recordado en espacios televisivos?

No, ni ha habido contactos con la familia. Más bien el contacto lo hemos hecho con Radio Habana Cuba, una emisora a la que hemos donado discos, y a Radio Progreso también, porque eran las emisoras en las que mi abuelo promocionaba su música.

-¿Se le ha hecho homenaje en la literatura?

Tampoco. No se ha hecho ningún libro.

-Es difícil de concebir que al hombre que se le llamó el Cantor de la Revolución, un cronista de la Cuba independiente, se le haya olvidado dentro de la Revolución. ¿A qué cree se deba tal desinterés?

Es simplemente el olvido. No ha habido una promoción seria de su música. Fíjate que en el 2000 los Estudios Abdala de Silvio Rodríguez reabrieron con la imagen de mi abuelo. Se hizo un disco con canciones inéditas y se agotó. Sin embargo, no se hizo más. Quiere decir que no ha habido una preocupación de las instituciones, aunque se está haciendo algo. Por ejemplo, el Instituto de la Música está apoyando a mi hermano, y el director del grupo “Moncada” también.

-¿Para llevar a efecto este plan de promoción la familia ha pensado en un escenario internacional?

Por ahora todo está aquí dentro. Estamos promocionando la música de mi abuelo y de otros intérpretes. Vamos a hacer un demo y después veremos qué sale. Haremos contacto con casas disqueras internacionales, con músicos extranjeros que están interesados en la obra de Carlos Puebla. Por eso te decía que no hay una preocupación como tal aquí en el país; sin embargo, afuera sí la hay. Aquí entran amistades de mi abuelo, gente del Partido Comunista de Chile, Radio Mundo. En Argentina y Brasil se escucha mucho su música.

-¿Su residencia en Chile está relacionada con la vida de Carlos Puebla?

Claro que sí. Mi abuelo hizo un viaje en moto con el poeta Pablo Neruda desde Quique hasta la Tierra del Fuego en el Sur. El escritor leía sus poemas y mi abuelo aportaba la parte instrumental. Él se relacionó mucho con Víctor Jara, con la familia de Violeta Parra, con músicos trascendentales que tuvieron que salir cuando Pinochet estuvo en el poder y luego regresaron cuando cae la dictadura, siguiendo entonces la música política, porque mi abuelo fue el padre de la música política para América Latina y para el mundo.

-Según todo lo que me ha dicho, se puede concluir que la familia de Carlos Puebla es la que se está ocupando de que no quede en el olvido el Cantor de la Revolución.

Así mismo es. Ciento por ciento.

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