Por Armando Yero La O
Felo Ramírez durante una transmisión con los Marlins |
El bayamés Felo Ramírez es uno de los más importantes
profesionales de la prensa deportiva cubana de todos los tiempos. Lleva 69 años
narrando béisbol de los 90 que carga sobre sus hombros. Y es el único cubano
que tiene un espacio en el Salón de la Fama de Cooperstown.
Sin embargo, las nuevas generaciones de aficionados en
Bayamo –podríamos decir también que en el resto de Cuba- ni siquiera saben
quién es ni que todavía se sienta frente al micrófono para describir los juegos
de las Grandes Ligas…a esa edad.
En cierto modo es lógico que así ocurra, pues en 1961 Felo
se marchó a Venezuela donde se convirtió en la voz de los Industriales de
Valencia y en la temporada invernal en la de los Navegantes de Magallanes. Un
año más tarde se fue a Puerto Rico para narrar los juegos de los Senadores de
San Juan. Y el vacío que dejó se ha mantenido hasta hoy.
Esta biblia del béisbol cubano nació el 22 de junio de 1923,
en Bayamo, Oriente. Desde la temprana edad de 15 años, comenzó a desarrollar
sus virtudes naturales de narrador y comentarista.
Se inició como aficionado narrando los juegos que se
celebraban en el terreno “La Lechera’’ situado frente al ferrocarril de Bayamo,
donde sólo se utilizaban unas bocinas sin transmisión radial
Su debut profesional como narrador de béisbol fue en la
emisora Radio Salas, en 1945, fecha en la que llegó a La Habana complaciendo el
deseo del padre quien quería verlo graduado de abogado.
Pero el deporte tuvo
más fuerza y pronto dejó la carrera de Derecho. En su primera experiencia
compartió honores con verdaderos maestros de la locución como Cuco Conde,
Manolo de la Reguera y Orlando Sánchez Diago.
Narró la última campaña del Estadio La Tropical y luego
siguió en el Parque del Cerro, hoy estadio Latinoamericano, desde su
inauguración el 26 de octubre de 1946, con el partido donde los Elefantes de
Cienfuegos vencieron 9-1 a los Alacranes del Almendares.
Poco tiempo después pasó a la plantilla de la COCO, hasta
que en 1950 Gaspar Pumarejo lo contrató para trabajar en Unión Radio. Fue en
esa emisora en la que por primera vez se utilizó en una transmisión la pareja
del comentarista y el narrador. Al efecto, Felo Ramírez compartió las
incidencias con René Molina. Esa forma de trasmitir marcó un hito en la
historia de las transmisiones deportivas radiales.
Ese mismo año inició el programa La Cabalgata Deportiva
Gillete junto a uno de los mejores narradores de todos los tiempos, Buck Canel,
llevando las incidencias de las Series Mundiales y Juegos de Estrellas de
Grandes Ligas.
En 1954 firmó contrato con el Circuito CMQ, la entidad
radial y televisiva más importante de Cuba y América Latina, donde narró varias
temporadas de la Liga Profesional Cubana.
El triunfo de la Revolución encontró a Felo Ramírez
trabajando como siempre y en 1961 unió su voz a la de Rubén Rodríguez y René
Molina para trasmitir el Campeonato Mundial Amateur que se celebró en Costa
Rica.
Felo ha narrado 31 Series Mundiales. Sobre sus grandes
momentos en estos clásicos se destacan
la serie entre los Dodgers y los Yankees en 1956 cuando transmitió los
últimos cuatro episodios del juego perfecto de Don Larsen y las dos victorias de los Marlins de la
Florida en 1997 y 2003.
El bayamés pertenece a los Salones de la Fama de Puerto
Rico, Venezuela y Estados Unidos.
También fue elegido a Cooperstown el 5 de agosto del 2001 al
ganar el premio Ford C. Frick, siendo el primer narrador de habla hispana en
tener su voz grabada en dicho recinto con tres de los grandes sucesos de la
historia: el jonrón 715 de Hank Aaron, el imparable 3,000 de Roberto Clemente y
el juego perfecto de Don Larsen. De igual forma, fue seleccionado entre las
mejores voces de todos los tiempos, la número 17 entre miles de narradores en
un béisbol con 137 años de existencia.
“Me siento orgulloso de que mi nombre se encuentre en el
mismo sitio donde están leyendas como Babe Ruth, Willie Mays y Martín Dihigo’’,
ha dicho Felo Ramírez.
“Los viajes constantes y el cambio climático entre ciudades
durante seis meses de temporada afecta, pero la narración ha sido mi vida y no
pienso retirarme. Estaré con el micrófono hasta que Dios quiera’’, dice.
Con sus 90 años, el bayamés Felo Ramírez es el narrador de
béisbol de más edad en la historia de este deporte.
Felo Ramírez sigue frente al micrófono y seguirá mientras
tenga voz y fuerzas. Él es un genuino orgullo de la narración deportiva cubana
que está más allá de cualquier frontera, a pesar del olvido, injusto o
involuntario, entre las generaciones más jóvenes de aficionados cubanos.
Él es un bayamés que también es universal.
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