Texto y fotos: Maylenis Oliva Ferrales
CULTURA / Personalidades
Saturno continúa siendo una figura fundamental del espectáculo en Cuba. |
Son múltiples los bayameses que ávidos esperan los primeros
días del mes de agosto para disfrutar de un evento cultural que acontece solo
una vez al año en la urbe: los carnavales, sin sospechar siquiera que esta
festividad y otras muchas vinculadas al mundo artístico deben su origen a un
hombre que ha consagrado su vida al espectáculo.
Saturnino Bruquetas, a quien todos en la ciudad han
bautizado como Saturno, durante más de cuatro décadas contribuyó con su talento
a que la vida artística y musical en Bayamo alcanzara rasgos propios y se
distinguiera de tal manera que fuera reconocida en el ámbito nacional.
Este señor, que a sus 78 años de edad continúa activo desde
su oficina-hogar, siendo el representante artístico de una de las agrupaciones
simbólicas del territorio, “Cándido Fabré y su grupo”, conoce como pocos en
Bayamo cada retazo de historia enlazada a los orígenes del reconocido centro
recreativo nocturno “El Bayam”.
“No siempre se llamó así, en sus inicios era un cabaret
privado con el nombre de Hollyday, por ese entonces yo era profesor de la
Escuela de Comercio y en las noches al salir de la institución iba a tomar
daiquirí a aquel lugar, que no era muy interesante, pues siempre estaba medio
vacío.
“Un día aproveché la oportunidad de que su dueño era amigo
mío y le propuse hacer un espectáculo con solistas, él aceptó y comenzamos en
la barra del lugar, que tenía detrás un gran patio cercado con bambú, piso de
cemento y una tarima que solo se utilizaba en fechas especiales para que grupos
musicales tocaran.
“Y así ha mediado de los años 60 el cabaret tuvo su primer
espectáculo y llamó tanto la atención y captó tanto público que llegó el
momento que no daba abasto, por lo que con el tiempo se decidió ampliar aquel cabaret
de condiciones precarias y rústicas”.
¿Cuándo y por qué asume el nombre de cabaret Bayam?
“El Hollyday cambió su nombre muchos años después, a finales
de la década del 70, pues las autoridades del territorio, que en ese entonces
era región, comprendieron la necesidad de hacer un local más amplio y con
mejores condiciones.
“Primero se cerró para remodelarlo, se hizo la mitad del
techo y una tarima profesional con sus camerinos y luego antes de inaugurarlo,
se lanzó mediante la radio una convocatoria destinada al público para que propusiera
nombres al cabaret.
“Uno de los concursantes, Eutimio González, presentó el
nombre de “El Bayam” y el jurado entre todas las propuestas seleccionó esta,
pues respondía a un calificativo aborigen que nos identifica y a un árbol que
crece en la ciudad.
“Desde ese momento comenzó a funcionar como el centro
exclusivo de recreación nocturna de preferencia de la familia bayamesa, aunque
a la par abrimos otros centros como El Cuco, El Mayin y El Dos Almendras que le
dieron a la ciudad una vida nocturna tan cultural, que en la revista Bohemia de
aquellos años se llegó a escribir en uno de los artículos de Orlando Quiroga,
que Bayamo, después de La Habana era la segunda urbe del espectáculo en Cuba.
“Finalmente en el año 1982 asumió su estructura actual,
convirtiéndose en el cabaret techado más grande de Cuba y América Latina, por
el cual han transitado las más prestigiosas figuras del pentagrama musical y
artístico de la Isla”.
Sin ser formado profesionalmente en el arte, Saturno supo
adaptar sus conocimientos de contador y maestro a este mundo de sonoridad y
colorido, para convertirse en uno de los
más prestigiosos directores artísticos del oriente cubano.
Así lo confirman los
Festivales del Creador del Oriente que se efectuaban en Santiago de Cuba,
ciudad donde bajo el guión y la dirección de Saturno Bruquetas nació el primer
festival del Disco, que hoy se conoce en Cuba como Cubadisco, inaugurado por el
Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque.
“Iré a Santiago fue el nombre del espectáculo, el cual marcó
pautas en el país en 1976, pues entre sus objetivos figuraba la necesidad de
contrarrestar la ausencia de música cubana en los medios nacionales, idea del
propio Comandante Almeida.
“En él trabajé los versos de García Lorca, en la voz del ya
para esa fecha consagrado Luis Carbonell, usé la expositiva en pantalla por
primera vez y aunque carecíamos de recursos materiales contábamos con un elenco
muy joven y entusiasta con el cual estuvimos llenando durante seis meses el
cabaret San Pedro del Mar de Santiago de Cuba.
“Tal exitazo nos condujo hasta la capital del país, donde
estuvimos en cartelera durante un mes, llenando El Capri, uno de los cabarets
insignias de La Habana. Seguidamente dimos una gira nacional que concluyó con
una presentación en el extranjero, Bulgaria, a la cual no asistí por otros
compromisos, pero fue el mejor reconocimiento que nos dio el público”.
Aunque aparenta estar acogido al merecido descanso, Saturno sigue activo en el fascinante mundo de la música. |
A pesar de coquetear con las bondades de la fama nacional en
el mundo del espectáculo, Saturno nunca olvidó sus raíces, a Bayamo entregó y
aún lo hace lo mejor de sus creaciones artísticas.
Entre sus méritos resalta además, el hecho de haber brindado
su casa, situada en la céntrica Avenida Francisco Vicente Aguilera, para que
sesionara allí primera vez una comisión del carnaval en Bayamo.
“Este tipo de fiestas nunca se habían celebrado en la ciudad
y algunas autoridades del gobierno local se me acercaron y me dijeron que si yo
era capaz de armar un gran espectáculo para un carnaval y no lo pensé dos veces
y dije que sí.
“Yo tenía a cargo la gala inaugural y todos los espectáculos
que se sucedían durante esas noches festivas. A cada actividad le ponía la
mayor pasión del mundo y nunca cobré un centavo por ello”.
Con esa humildad que lo caracteriza, Saturno afirma que en
la composición, otra de sus habilidades, no ha irrumpido lo suficiente, a pesar
de que algunos de sus temas han sido grabados por reconocidos intérpretes
cubanos como Elena Burke, Mundito González y los hermanos Avilés.
Los últimos 15 años de trabajo lo han ligado al sonero
Cándido Fabré, siendo parte importante de sus éxitos nacionales e
internacionales.
Aunque ya no dirige galas artísticas, ni fiestas culturales,
su fuerte voluntad y deseo de hacer se imponen a las dolencias que por motivos
del “calendario” suelen aquejar su salud.
Por ello esta figura legendaria del espectáculo en Bayamo
está convencido que “hay Saturno pa’rato”.
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