Maylenis Oliva Ferrales PATRIMONIO / Conservación
Una de las áreas interiores de la escuela. |
Recientemente galardonada con una mención en la categoría de
conservación que otorga el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural 2012, la
escuela politécnica industrial “General Luís Ángel Milanés”, de Bayamo, se
muestra, tras haber sido objeto de una restauración integral, como una
magnífica obra representativa del Movimiento Moderno.
Cercana a sus cincos décadas de existencia, esta institución
que desde sus inicios forma a técnicos medios y obreros calificados aptos para
ingresar al mundo laboral de la industria, constituye hoy uno de los exponentes
arquitectónicos de las obras realizadas a inicios de la Revolución, que
continúan teniendo vida útil.
ORÍGENES
A pesar de enmarcarse en la etapa revolucionaria, los
inicios constructivos de este centro se remontan a una década antes del triunfo
del 1ero de enero de 1959.
Fundada en 1945 por un patronato local, el centro no comenzó
a funcionar como enseñanza hasta dos años después, en 1947, en los locales que
en la actualidad ocupa la Biblioteca Provincial 1868, que entonces era un
pequeño y reducido edificio.
Fue solo a finales de la década del 50, que la familia del
General Luís Ángel Milanés Tamayo puso a disposición de la escuela, media
caballería de tierra perteneciente a la finca La Atalaya. Allí se edificaron
tres naves donde por un tiempo y en condiciones precarias funcionó la
institución.
En junio de 1961 el Comandante Fidel Castro Ruz, de visita
en Bayamo, ante una petición de los alumnos, redactó una nota dirigida al
entonces Ministro de Obras Públicas para la construcción de una escuela.
Y así fue como la escuela técnica (como popularmente se le
conoce) se edificó en unos terrenos situados en las afueras de Bayamo, que
habían formado parte del barrio del Horno, en una finca rústica sin nombre.
Esta finca luego fue vendida al Sr. Grato González Longoria
Calas vecino de esta ciudad y luego esos terrenos pasaron a ser propiedad
estatal.
RECONOCIENDO SUS
VALORES PATRIMONIALES
En el 2012 un levantamiento realizado por el Centro de
Patrimonio de la ciudad, constató que las características de esta escuela
tributaban al movimiento artístico moderno, por lo que no podían dejarse perder
sus valores patrimoniales.
Producto al grado de deterioro de sus instalaciones se
decidió realizar una intervención del centro que incluyó su restauración
integral, pero sin romper la identidad originaria, con el propósito de mantener
las mismas cualidades de este inmueble, paradigma de una época de innegables
aciertos constructivos en el país.
La escuela que se encuentra ubicada en la zona de nuevo
desarrollo, en lo que forma parte del moderno centro urbano, incluye entre sus
valores patrimoniales el hecho de que su construcción haya sido proyectada y
dirigida por la arquitecta argentina Fanny Navarrete, valiosa profesional que
en su estadía en Bayamo rigió la construcción de otras obras como la Cafetería
“El Viajero” y la “Ludoteca”.
En ese período de gran fervor constructivo las edificaciones
asumieron distintas tendencias y significados. El Centro Politécnico Industrial
“General Luís A. Milanés”, se construyó sobre la base de varios edificios que
se integran y vinculan entre sí mediante un gran pasillo central propio de este
estilo en el que predominan las
estructuras axiales, también con el área verde central, conformando un amplio
“campus escolar”, según explica Antonia Buitrago, Directora de Patrimonio, en
Granma.
“En su concepción arquitectónica, explica Buitrago, se
destacan valores formales basados en el
empleo de la línea recta, volúmenes cúbicos y
simples en lo fundamental, que le dan esos valores artísticos del
movimiento moderno.
Antonia Buitrago, directora de Patrimonio Cultural |
“Además en las cubiertas aparece la losa fólder, el
paraboloide hiperbólico en el comedor con el acento brutalista del hormigón a
vista, la losa de hormigón armado y vigas del mismo material en los dormitorios
y vigas inclinadas combinadas con la teja de fibrocemento en los talleres,
creando ritmos y efectos plásticos.
“También se utilizó profusamente el ladrillo a vista, las
celosías y el fino en muros, la
carpintería de madera y vidrio, el enchape de chinas pelonas en pisos;
pero sobre todo la obra se distingue por la calidad de sus bien ventilados e
iluminados espacios, por lo demás
funcionales y confortables”.
Otra de las particularidades de la institución es su área
verde con césped, coberturas, arbustivas y abundantes árboles que florecen en
distintas épocas del año, creando el marco integrador para los inmuebles que
conforman la instalación.
Todas estas características dotan a la escuela técnica de un
elevado valor histórico, al representar
el estilo de una etapa, además de poseer valores ambientales y de novedad, pues
contribuye a la caracterización de su entorno y muestra las soluciones estructurales
empleadas por primera vez en el territorio.
Compone su valor arquitectónico la calidad de sus espacios,
bien orientados, totalmente ventilados y naturalmente iluminados,
conformando una solución que contribuyó
de manera temprana al ahorro energético y por supuesto al valor de uso, según
aparece registrado en el expediente de conservación realizado por arquitectos y
proyectistas de la obra.
NECESIDAD DE UNA
RESTAURACIÓN
Ante el evidente carácter patrimonial del centro se comenzó a ejecutar el proyecto de restauración en el pasado 2012, el cual se centró en la rehabilitación y restauración como categorías de intervención, pero respetando los valores del inmueble y permitiendo que el mismo pudiera continuar con su uso original.
La escuela ha quedado como nueva, después de la rehabilitación |
En general la mayoría de los objetos de obra necesitaban
ser intervenidos de una u otra forma y
para ello se acudió al archivo de la escuela donde se conserva el proyecto
original y fotografías de la inauguración y los primeros años de la institución.
“Esta información fue tomada como punto de partida para
redactar el Proyecto de Rehabilitación, aunque, señala Buitrago, a pesar de
contar con la existencia de estos documentos se realizó un levantamiento
arquitectónico”.
Dicha restauración integral incluyó la limpieza de los
tragantes pluviales, la sustitución del enrajonado y la soladura en las partes
afectadas, la revisión de las instalaciones y corrección de sus desperfectos,
así como la sustitución de la carpintería de madera por otra metálica y la
impermeabilización del entrepiso en toda el área húmeda, entre otras
ejecuciones.
Por los excelentes resultados obtenidos al finalizar el
proyecto, la Comisión Provincial de Patrimonio de Granma propuso la obra para
optar por el Premio Nacional de Restauración 2012, la cual tras haber quedado
entre la finalistas de todo el país, alcanzó una mención especial en la
categoría de conservación.
VALOR DE USO DE
CONJUNTO CON EL VALOR PATRIMONIAL
Ahora remozado y con una matrícula de mil 508 estudiantes
entre internos y externos el Centro Politécnico Industrial “General Luís Ángel
Milanés Tamayo”, continúa su labor educativa formando nuevos obreros para la
provincia.
De sus aulas anualmente salen jóvenes adiestrados en las
especialidades de Mecánica Industrial,
Electrónica, Electricidad,
Refrigeración, Normalización, Tornería, Chapistería, Explotación del
Transporte, Mecánica de Vehículos Automotores, Contabilidad, Mantenimiento y
Reparación de Medios del Transporte y otros, que hacen de este centro un sitio
de alto valor, no solo patrimonial, sino también de una gran utilidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario