miércoles, 24 de abril de 2013

Renovada institución recibe reconocimiento por su valor patrimonial



Maylenis Oliva Ferrales    PATRIMONIO / Conservación

Una de las áreas interiores de la escuela.
Recientemente galardonada con una mención en la categoría de conservación que otorga el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural 2012, la escuela politécnica industrial “General Luís Ángel Milanés”, de Bayamo, se muestra, tras haber sido objeto de una restauración integral, como una magnífica obra representativa del Movimiento Moderno.

Cercana a sus cincos décadas de existencia, esta institución que desde sus inicios forma a técnicos medios y obreros calificados aptos para ingresar al mundo laboral de la industria, constituye hoy uno de los exponentes arquitectónicos de las obras realizadas a inicios de la Revolución, que continúan teniendo vida útil.


ORÍGENES

A pesar de enmarcarse en la etapa revolucionaria, los inicios constructivos de este centro se remontan a una década antes del triunfo del 1ero de enero de 1959.

Fundada en 1945 por un patronato local, el centro no comenzó a funcionar como enseñanza hasta dos años después, en 1947, en los locales que en la actualidad ocupa la Biblioteca Provincial 1868, que entonces era un pequeño y reducido edificio.

Fue solo a finales de la década del 50, que la familia del General Luís Ángel Milanés Tamayo puso a disposición de la escuela, media caballería de tierra perteneciente a la finca La Atalaya. Allí se edificaron tres naves donde por un tiempo y en condiciones precarias funcionó la institución.  

En junio de 1961 el Comandante Fidel Castro Ruz, de visita en Bayamo, ante una petición de los alumnos, redactó una nota dirigida al entonces Ministro de Obras Públicas para la construcción de una escuela.

Y así fue como la escuela técnica (como popularmente se le conoce) se edificó en unos terrenos situados en las afueras de Bayamo, que habían formado parte del barrio del Horno, en una finca rústica sin nombre.

Esta finca luego fue vendida al Sr. Grato González Longoria Calas vecino de esta ciudad y luego esos terrenos pasaron a ser propiedad estatal.

RECONOCIENDO SUS VALORES PATRIMONIALES

En el 2012 un levantamiento realizado por el Centro de Patrimonio de la ciudad, constató que las características de esta escuela tributaban al movimiento artístico moderno, por lo que no podían dejarse perder sus valores patrimoniales.

Producto al grado de deterioro de sus instalaciones se decidió realizar una intervención del centro que incluyó su restauración integral, pero sin romper la identidad originaria, con el propósito de mantener las mismas cualidades de este inmueble, paradigma de una época de innegables aciertos constructivos en el país.

La escuela que se encuentra ubicada en la zona de nuevo desarrollo, en lo que forma parte del moderno centro urbano, incluye entre sus valores patrimoniales el hecho de que su construcción haya sido proyectada y dirigida por la arquitecta argentina Fanny Navarrete, valiosa profesional que en su estadía en Bayamo rigió la construcción de otras obras como la Cafetería “El Viajero” y la “Ludoteca”.

En ese período de gran fervor constructivo las edificaciones asumieron distintas tendencias y significados. El Centro Politécnico Industrial “General Luís A. Milanés”, se construyó sobre la base de varios edificios que se integran y vinculan entre sí mediante un gran pasillo central propio de este estilo en el que  predominan las estructuras axiales, también con el área verde central, conformando un amplio “campus escolar”, según explica Antonia Buitrago, Directora de Patrimonio, en Granma.

“En su concepción arquitectónica, explica Buitrago, se destacan valores formales  basados en el empleo de la línea recta, volúmenes cúbicos y  simples en lo fundamental, que le dan esos valores artísticos del movimiento moderno.
Antonia Buitrago, directora de
Patrimonio Cultural

“Además en las cubiertas aparece la losa fólder, el paraboloide hiperbólico en el comedor con el acento brutalista del hormigón a vista, la losa de hormigón armado y vigas del mismo material en los dormitorios y vigas inclinadas combinadas con la teja de fibrocemento en los talleres, creando ritmos y efectos plásticos.

“También se utilizó profusamente el ladrillo a vista, las celosías y el fino en muros, la  carpintería de madera y vidrio, el enchape de chinas pelonas en pisos; pero sobre todo la obra se distingue por la calidad de sus bien ventilados e iluminados espacios, por lo demás  funcionales y confortables”. 

Otra de las particularidades de la institución es su área verde con césped, coberturas, arbustivas y abundantes árboles que florecen en distintas épocas del año, creando el marco integrador para los inmuebles que conforman la instalación. 

Todas estas características dotan a la escuela técnica de un elevado valor  histórico, al representar el estilo de una etapa, además de poseer valores ambientales y de novedad, pues contribuye a la caracterización de su entorno y muestra las soluciones estructurales empleadas por primera vez en el territorio.

Compone su valor arquitectónico la calidad de sus espacios, bien orientados, totalmente ventilados y naturalmente iluminados, conformando  una solución que contribuyó de manera temprana al ahorro energético y por supuesto al valor de uso, según aparece registrado en el expediente de conservación realizado por arquitectos y proyectistas de la obra.

NECESIDAD DE UNA RESTAURACIÓN

Ante el evidente carácter patrimonial del centro se comenzó a ejecutar el proyecto de restauración en el pasado 2012, el cual se centró en la rehabilitación y restauración como categorías de intervención, pero respetando los valores del inmueble y permitiendo que el mismo pudiera continuar con su uso original.

La escuela ha quedado como nueva, después de la
rehabilitación
En general la mayoría de los objetos de obra necesitaban ser  intervenidos de una u otra forma y para ello se acudió al archivo de la escuela donde se conserva el proyecto original y fotografías de la inauguración y los primeros años de  la institución.

“Esta información fue tomada como punto de partida para redactar el Proyecto de Rehabilitación, aunque, señala Buitrago, a pesar de contar con la existencia de estos documentos se realizó un levantamiento arquitectónico”.

Dicha restauración integral incluyó la limpieza de los tragantes pluviales, la sustitución del enrajonado y la soladura en las partes afectadas, la revisión de las instalaciones y corrección de sus desperfectos, así como la sustitución de la carpintería de madera por otra metálica y la impermeabilización del entrepiso en toda el área húmeda, entre otras ejecuciones.

Por los excelentes resultados obtenidos al finalizar el proyecto, la Comisión Provincial de Patrimonio de Granma propuso la obra para optar por el Premio Nacional de Restauración 2012, la cual tras haber quedado entre la finalistas de todo el país, alcanzó una mención especial en la categoría de conservación.

VALOR DE USO DE CONJUNTO CON EL VALOR PATRIMONIAL

Ahora remozado y con una matrícula de mil 508 estudiantes entre internos y externos el Centro Politécnico Industrial “General Luís Ángel Milanés Tamayo”, continúa su labor educativa formando nuevos obreros para la provincia.

De sus aulas anualmente salen jóvenes adiestrados en las especialidades de Mecánica Industrial,  Electrónica,  Electricidad, Refrigeración, Normalización, Tornería, Chapistería, Explotación del Transporte, Mecánica de Vehículos Automotores, Contabilidad, Mantenimiento y Reparación de Medios del Transporte y otros, que hacen de este centro un sitio de alto valor, no solo patrimonial, sino también de una gran utilidad.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario