viernes, 5 de abril de 2013

Bayamo, encantadora ciudad de todos los tiempos



Maylenis Oliva Ferrales     HISTORIA / Patrimonio

La antigua Iglesia Mayor, hoy Catedral,
se erige en el centro de
la Plaza del Himno, en pleno
corazón de la urbe granmense.
Pocos meses nos separan de un acontecimiento de incalculable valor histórico: el arribo, el próximo 5 de noviembre, a los 500 años de la Villa de San Salvador de Bayamo.

Aunque mucho se ha escrito sobre las tradiciones y singularidades que prestigian a esta urbe, no deja de ser fascinante volver al pasado y recordar bajo qué circunstancias surgió la segunda Villa fundada en Cuba y de la cual solo quedan contados inmuebles patrimoniales, producto al incendio provocado por sus pobladores en el año 1869.

Según exponen los documentos de los siglos XVI y XVII, así como excavaciones arqueológicas, el primer asentamiento no se construyó en el sitio actual, sino en una zona cercana al municipio de Yara.

Luego la Villa se trasladó hasta la posición actual con el propósito de evadir las plagas de mosquitos y para garantizar mejores tierras y abundante agua.

La Villa de San Salvador se fundó en un paraje distante de los núcleos poblacionales aborígenes, con lo que el colonizador español Diego Velázquez garantizaba que las relaciones con los aborígenes fueran afables, evitando así una sublevación.

Instaurada ya como ciudad española, la urbe contó con los tres elementos tradicionales exigidos por los conquistadores, una plaza, un cabildo (ayuntamiento) y una catedral.
Así lucía la catedral bayamesa en 1820

Sin embargo se caracterizó del resto de las villas fundadas entre 1510 y 1520, por el hecho de estar situada en una región no costera, con poca población aborigen, sin presencia de yacimientos auríferos, ni tierras totalmente fértiles para el cultivo.

Aun así, esta ciudad que según los historiadores y especialistas debe su nombre a dos posibles razones, la primera relacionada con la influencia que ejerciera el indio Hatuey y la segunda con la existencia aquí del Bayam, árbol de la sabiduría, frondoso y de buena sombra.

¿Cómo era entonces el Bayamo colonial? Aunque las evidencias fotográficas son escasas aún quedan reconstrucciones y otras instantáneas rescatadas por el Archivo Histórico de la Ciudad, que no dejan morir tales remembranzas.

A pesar de estar ubicada en la región oriental del país, la Villa llegó a ser centro del poder político de la Isla y  en ella radicaban las fundiciones de oro, además de servir de punto de abastecimiento para garantizar la conquista de tierra firme.

A través del tiempo, la ciudad ha ido cambiando su fisonomía
y hoy exhibe los beneficios de la modernidad
Cinco siglos después Bayamo continúa siendo un referente histórico imprescindible para el conocimiento de la historia nacional.

Envuelta ahora en un proceso de restauración, Bayamo se alista para recibir esplendorosa su aniversario 500.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario