Maylenis Oliva Ferrales CULTURA / Artes Escénicas
Fotos: Luis C. Palacios
Un espectáculo que va a quedar en la memoria de los bayameses. |
Nunca antes la villa de San Salvador y su gente había sido
testigo de una pieza sencillamente magistral como la que nos regaló anoche en
el Teatro Bayamo la compañía de Ballet Lizt Alfonso y sus invitadas.
Las expectativas estaban creadas con anterioridad por los
referentes que desde otras ciudades donde “Amigas” ya vio la luz, se habían
dado respecto a la calidad artística de este espectáculo musical.
Sin embargo, constatarlo con ojos propios, vivirlo en toda
su magnitud y disfrutar de sus dos horas de duración que se van casi como un
suspiro, es una experiencia inigualable difícil de expresar con palabras.
Y es que quizá el primer gran logro de los múltiples que se
les pueden adjudicar a esta obra, que sin dudas se convertirá en un clásico de
la cultura nacional, es el hecho de haber rescatado un género perdido entre
bambalinas desde los años 80, marginado por carencias económicas, dejadez o el
poco interés por crear.
Pero Lizt, que ya tiene acostumbrado al auditorio a un
trabajo riguroso en el escenario, desempolvó al musical cubano y con él a una
época olvidada por muchos cubanos y desconocida para otros tantos con una pieza
de ficción nacida de su ingenio creativo.
Así llegó anoche por primera vez “Amigas” al abarrotado
Teatro Bayamo, una propuesta que llevó a todos los presentes a revivir mediante
una historia singular basada en la amistad y el amor aquellos años dorados de
la música en Cuba que compusieron la década de los 50.
Al compás de las excepcionales interpretaciones vocales de
Niurka Reyes, Yaima Sáez y Sory, los personajes de Mercedes, Caridad y Regla
danzados con glamur por tres bailarinas de la compañía fueron tejiendo mediante
clásicos del musical cubano como “Ámame como soy”, “Quizás, quizás, quizás”,
“Bésame mucho” y “Contigo en la distancia”, entre otros, la historia de estas
tres jóvenes artistas que en la cima de su carrera se desintegraron sin una
razón conocida.
Yaima Sáez, sencillamente fabulosa |
Temas que estremecieron al público no solo por lo cercanos
que le son a los cubanos, sino por los originales y excelentes arreglos
musicales de una banda que acompañó en vivo toda la presentación con ritmos que
transitaron desde el cha cha chá, el mambo, la rumba y el folklor hasta
compases foráneos como el tango argentino y el rock and roll norteamericano.
La escenografía y el vestuario tampoco podían dejar de estar
a la altura de esta obra de vuelo artístico supremo, ambos trabajados
detalladamente para acoplarse perfectamente al discurso danzario e
interpretativo.
Fue además una expresión diferente del trabajo de la
compañía de Litz, no ya centrado en el baile femenino, pues por primera vez se
integraron al conjunto dos bailarines que ahora forman parte del elenco.
Nada pudo empeñar la profesionalidad con la que se
entregaron músicos, bailarines y cantantes en la escena; ni siquiera el pequeño
altercado que impidió que las cortinas dieran paso a la obra, pues todo estaba
hecho con exquisitez magistral, propio de una compañía que ya se ha consagrado
en la escena nacional por la calidad de su desempeño.
Aún los bayameses podrán disfrutar durante tres jornadas
hasta el próximo dos de junio de “Amigas”, la obra que llegó para quedarse en
la preferencia del público, que así lo constató anoche con los aplausos y las
ovaciones con las cuales refirió su agradecimiento a lo que ya había sido un
espectáculo sin igual.
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