Por Armando Yero La O
Tengo serias dudas acerca de la supuesta “debilidad” del
sexo femenino. Más de una vez he visto cómo una mujer de frágil apariencia
acomete tareas que un hombre fornido piensa dos veces en llevar a término, si
es que la lleva. Claro, los varones tenemos un “sexto sentido” para justificar
el terreno perdido y darle carta de ciudadanía a una pretendida superioridad
física e intelectual que en realidad nunca hemos tenido.