Por David Rodríguez
La vida marcha rauda. A veces no me percato de la velocidad que esta le impregna a mi cotidiano andar y, al final, llega ese instante supremo.
2013 ya es historia y ahora para mí, y miles de millones de
terrícolas, surge un nuevo período en el que trataré de encontrar respuestas a
las incógnitas que me pueblan.