martes, 19 de marzo de 2013

Amar a Bayamo



Por David Rodríguez

Plaza del Himno, imagen emblemática de Bayamo.
Amar a Bayamo es muy fácil. Es una ciudad que se deja querer, tanto por los nacidos aquí como los que llegados de otros lares, reciben la condición de hijos adoptivos.

Y es que quizás sean las aguas de su río las causantes de ese arraigo que siente uno hacia esta ciudad que cuando estamos lejos contamos los segundos para reencontrarnos con ella.

Nuestra ciudad es hermosa. Ya sabemos eso. Es además, hospitalaria, alegre en todas las épocas del año pues en cada barrio, en cada calle abunda la risa y el abrazo fraterno.

Ahora que se acerca el 5 de noviembre fecha para celebrar el aniversario 500 de su fundación, Bayamo sigue siendo una referencia no solo en la historia, bien ganada y defendida.

Es una ciudad por cuyas calles andan y desandan hombres, mujeres y niños con la mirada puesta en el futuro para el que se preparan con ansias de contribuir a su grandeza.

Y eso solo se logra cuando hay un alto sentido de pertenencia, cuando los habitantes de una ciudad como Bayamo la asumen como lo que es suya, por los cuatro puntos cardinales.

Bayamo tiene muchas calles estrechas por donde han pasado durante tantos años esos coches tradicionales desde los que han salido tantas notas musicales en noches de serenata.

Una ciudad bohemia como la nuestra tiene el orgullo de haber tenido entre sus hijos a aquellos que cantaron La Bayamesa en momentos de reconciliación amorosa.

Esos trovadores nos han dejado una herencia que no podemos soslayar, pues el legendario Pimpo La O, nos enseñó a no perder esa música que sale del alma de los corazones enamorados.

El corazón se engrandece cuando al pasar por cualquiera de las calles, vemos las tarjas que van marcando hechos de trascendencia histórica y patrimonial.

Bayamo aglutina, convoca, resume y glorifica la conciencia de sus hijos que quieren regalarle las mejores imágenes de su existencia para que jamás las pierda.

Ni terremotos ni huracanes, podrán hacer añicos  la extraordinaria ciudad que es Bayamo, sembrada en el centro del oriente cubano, brújula y destino de la nación cubana.

Cinco siglos de existencia no marcarán el declive de nuestra bella ciudad, todo lo contrario, la fecha señalará el punto de partida para hacerla más hermosa y más amante de sus hijos.


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